jueves, 6 de junio de 2013

Blind Willie McTell

Venga va! ¡Saquémonos las caretas! Responderme a esto: ¿Cuantos de vuestro ídolos musicales son la encarnación del anti-heroe? ¿Cuantos han tenido una vida trágica y desgraciada? ¿Por qué nos molan más cuanto más deprimentes son sus vidas?

Suicidios, muertes prematuras, vidas desgraciadas, drogadicciones, personalidades deprimentes... No es necesario poner ejemplos, cada uno tendrá los suyos y yo no estoy libre de culpa. Casi parece que para que me gusten han de cumplir alguno (si no todos) de los requisitos anteriores. Y es más, si me fijo en aquellos que detesto (forma fina de decir que me viene la pota cuando los oigo), son lo más cercano a la antítesis de la desgracia.

(Pensamiento paradójico: ¿Me gustaría Alejandro Sanz si se hubiera suicidado hace años? ¿Llevaría camisetas con su rostro atormentado? Escalofríos... hay preguntas que ni siquiera te las puedes plantear.)

Así, que si me mola la historia de Blind Willie McTell, es sobretodo por su desgracia.

Antes que nada, explicaros como oí por primera vez de él:

Rebuscando entre canciones raras de Bob Dylan me llamo atención la siguiente:



La canción se llama justamente Blind Willie McTell, y por ella sola ya se merece un post. Grabada en las sesiones para el disco Infidels en 1983 (que sin lugar a dudas, no es el mejor disco de Dylan) tocando el genio de Minnesota el piano y Mark Knopfler la guitarra, vete a saber tu porque (y es que Dylan lo que tiene de genio, lo tiene de raro raro raro) fue descartada para poner otras canciones de peor calidad.

La canción parecía condenada al olvido, pero los amiguetes de The Band empezaron a tocarla en directo con mucho éxito (por cierto, ni idea de como The Band descubrió la canción, pero claro ellos fueron The Band de acompañamiento de Dylan y así cualquiera), y vete tu a saber si eso le dio envidia a Dylan o simplemente se le cayó la venda de los ojos, pero a rebufo de The Band empezó a formar parte de sus actuaciones en vivo. Finalmente, la grabación salio en el disco de rarezas The Booleg Series Volumes 1-3 (Rare & Unreleased), en el año 1991.

¿Satisfacían todos estos datos mi curiosidad? Pues no. Me quedaba saber quien era ese Blind Willie McTell del que Dylan (nada más que Dylan) afirmaba que nadie cantaba el blues como él. Por suerte en esta época existe internet, porque si no ya me veo haciendo sacrifios rituales al diablo para encontrar según que rarezas. Claro, que sin internet tampoco sabría como hacer un ritual satánico y en definitiva mi vida sería una mierda. ¿Para cuando una religión dedicada a aquello que más facilita la existencia: Google, Wikipedia y Youtube, la santisima trinidad.

Volvamos a Blind Willie McTell: A partir de aquí, los datos certeros y la leyenda se mezclan, porque si he de escoger entre la realidad y una buena historia, no dejaré que la realidad me joda la leyenda.

Blind Willie McTell, como no, fue un bluesman ciego con mucho éxito en los años de la depresión en Estados Unidos. Hizo centenares de grabaciones y durante un tiempo estuvo en la cresta de la ola. Pero con la llegada de la década de 1940, el blues pareció pasar de moda. Las grabaciones se acabaron y con ello la fuente de sus ingresos, que para sorpresa de todos eran bastante pocos. Durante los buenos años la discográfica le había estado estafando con los derechos y ahora que ya no interesaba, se quedó literalmente en la calle (aquí tenemos un elemento imprescindible de una buena historia de músicos: la malvada compañía discográfica que se aprovecha de un cieguito).

A partir de aquí la historia de Blind Willie McTell entra en una espiral de decadencia, teniendose que resignar con tocar en garitos de mala muerte y ahogar sus penas en alcohol, hasta que en 1959, ya anciano, tras tocar en el enésimo tugurio, murió al recibir una paliza de unos chicos que le querían robar su vieja guitarra.


 
Si rascáis un poco (pero muy poco, solo con leer wikipedia), parece ser que esto no deja de ser una milonga, y aunque si que es cierto que murió como he dicho, el resto no tiene nada de cierto. Pero ser sinceros: ¿a que mola más la historia como os la he contado, y no saber que en realidad fue un predicador que dedicó sus últimos años a la música religiosa?. Lo que mola de las leyendas es que están hechas a medida de nuestras expectativas.
 

Y ahora un extra: bonus. ¿Os ha gustado la canción suya que he puesto? Pues escuchar la misma canción en versión "más moderna".


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