Ser adolescente a principios de los noventa no fue tan sencillo como puede parecer. Ya, muchos diréis que pude vivir el auge y caída del Grunge y tener como ídolos a Nirvana, Pearl Jam o Soundgarden y luego, ya como joven adulto, empalmar con el Brit-pop.
Lo que no tenéis en cuenta es que lo que realmente molaba por entonces a la gente, lo que llenaba salas cada fin de semana, lo que se consideró como un fenómeno social en este país fue... la Ruta del Bakalao y la música makina (calla, que me acabo de enterar ahora mismo que bakalao y mákina son dos cosas diferentes. No sé como puedo haber vivido hasta ahora sin saber distinguir entre estos dos tipos de ruidos agudos y repetitivos con intenciones de acabar con todas tus neuronas). Ahora es muy fácil decir "¡ah,como mola Nirvana!", pero en mi clase del instituto habíá más gente que conocía a Chimo Bayo que a Kurt Cobain, que los que escuchabamos a Nirvana eramos los raros.Queda dicho.
Consecuencia de todo ello en mi inocente mente juvenil: juré odio eterno a la música electrónica. Como era de "los otros", todo lo que no fuera guitarra, bajo y batería era rechazado por mi, a poder ser con muestras de asco y desprecio. Claro, que de vez en cuando, como "guilty pleasure" algún temilla que otro con base electrónica si que lo escuchaba (cuidado: como ya se intuye, para mi, todo lo que no sea guitarra-bajo-batería, es música electrónica, no me vengáis ahora que si estos son techno-funky o harcore-acid o cebollas al pil-pil. Ya sé que me equivoco, pero soy feliz así). Básicamente, y que recuerde, algo de The Prodigy o Chemical Brothers, y quizá algún clásico como Ultravox o Human League.
Pero hubo un disco que cambió mi concepción sobre la música electrónica: Play de Moby. Este fue el primer disco de música electrónica que me compré y no es que me haya comprado muchos más, ni que sea un gran oyente de este tipo de música, pero sin duda es un punto de inflexión. A partir de entonces, cuando alguien mirara mi colección de CD's ya no encontraría un territorio virgen y sin profanar por cajas de ritmos y sintetizadores.
En fin, si con alguien tenía que perder mi "virginidad", quien mejor que Moby (utilizo términos como "virgen" y "virginidad" solamente para que calentorros incautos caigan en mi blog buscando vete a saber tu, que desde el día que vi en las estadísticas que alguien había ido a parar aquí buscando vídeos de incesto, ya tengo claro que "the internet is for sex".)
Y es que Moby es un tipo cuanto menos particular. Para empezar, su nombre completo es Richard Melville Hall, y si es conocido con el nombre artístico de Moby es en homenaje a su bisabuelo, Herman Melville, autor de Moby Dick.
Tiene además un extraño sentido del humor. Periódicamente ha de entrar en tratamiento psiquiatrico, ya que desde los 19 años y como causa del abuso del LSD, sufre de fuertes crisis de pánico. A partir de aquí, ¿como hemos de interpretar el hecho de que tenga su domicilio en un antiguo manicomio rehabilitado? Y eso por no mencionar su pasión confesada a quedarse en pelotas a la menor oportunidad y a hacer el amor en la calle. Hay quien cría pulgas y los hay con ganas de sacar la chorra a paseo. ¡Con lo tímido que parece!
Las 18 canciones de este disco son una muestra de lo mejor de la música electrónica en diversas de sus variantes, desde la generada utilizando samplers como Find My Baby, a la mas pura combinación frenética de sonidos eléctricos como Machete, combinaciones dance como Bodyrock o más al estilo ¿chill out? (tengo dudas realmente de qué narices es o no es música chill out) como Everloving
Caray, supongo que hablar de este disco es un poco atrevido por mi parte. Seguramente la mayoría lo tenéis y todos, aunque quizá involuntariamente, conocéis cinco o seis temas del mismo. Y es que los temas de este disco han sido utilizados en multitud de anuncios, películas y series de televisión. Así Porcelain, quizá su canción más conocida, ha formado parte de la banda sonora de la película La Playa (la del Di Caprio) o en las cortinillas de TVE y TV3.
Todo ello tiene una explicación.
El niño prodigio de la música electrónica sorprendió a todo el mundo en 1.996 cuando saco un LP, Animal Rights, donde volvía a sus primeras raíces.... el Punk. Y aunque el disco está muy bien considerado por la crítica, la cierto es que fue un fracaso comercial. Aprovecho la ocasión, y ya que no creo que vuelva a hablar más sobre Moby (no me da para tanto), para poner una de mis canciones preferidas que pertenece a este álbum That's when I reach for my revolver, un versión del tema de 1.981 del grupo Mission of Burma.
Para finalizar, decir que para gente como yo, que no es que seamos muy fanáticos de este genero musical, este es un disco de fácil escuchar, y aunque hay temas que me repelen (como la antes mencionada Machete), lo cierto es que es un disco que me ha acompañado en cierta época de mi vida.
Bueno, hasta aquí un ha llegado este post sobre Moby, y todo ello sin poneros el vídeo del ya sobado hasta el asco Porcelain, que aunque es una gran canción, por favor: YA BASTA!!!
En fin, si con alguien tenía que perder mi "virginidad", quien mejor que Moby (utilizo términos como "virgen" y "virginidad" solamente para que calentorros incautos caigan en mi blog buscando vete a saber tu, que desde el día que vi en las estadísticas que alguien había ido a parar aquí buscando vídeos de incesto, ya tengo claro que "the internet is for sex".)
Y es que Moby es un tipo cuanto menos particular. Para empezar, su nombre completo es Richard Melville Hall, y si es conocido con el nombre artístico de Moby es en homenaje a su bisabuelo, Herman Melville, autor de Moby Dick.
Tiene además un extraño sentido del humor. Periódicamente ha de entrar en tratamiento psiquiatrico, ya que desde los 19 años y como causa del abuso del LSD, sufre de fuertes crisis de pánico. A partir de aquí, ¿como hemos de interpretar el hecho de que tenga su domicilio en un antiguo manicomio rehabilitado? Y eso por no mencionar su pasión confesada a quedarse en pelotas a la menor oportunidad y a hacer el amor en la calle. Hay quien cría pulgas y los hay con ganas de sacar la chorra a paseo. ¡Con lo tímido que parece!
Las 18 canciones de este disco son una muestra de lo mejor de la música electrónica en diversas de sus variantes, desde la generada utilizando samplers como Find My Baby, a la mas pura combinación frenética de sonidos eléctricos como Machete, combinaciones dance como Bodyrock o más al estilo ¿chill out? (tengo dudas realmente de qué narices es o no es música chill out) como Everloving
Caray, supongo que hablar de este disco es un poco atrevido por mi parte. Seguramente la mayoría lo tenéis y todos, aunque quizá involuntariamente, conocéis cinco o seis temas del mismo. Y es que los temas de este disco han sido utilizados en multitud de anuncios, películas y series de televisión. Así Porcelain, quizá su canción más conocida, ha formado parte de la banda sonora de la película La Playa (la del Di Caprio) o en las cortinillas de TVE y TV3.
Todo ello tiene una explicación.
El niño prodigio de la música electrónica sorprendió a todo el mundo en 1.996 cuando saco un LP, Animal Rights, donde volvía a sus primeras raíces.... el Punk. Y aunque el disco está muy bien considerado por la crítica, la cierto es que fue un fracaso comercial. Aprovecho la ocasión, y ya que no creo que vuelva a hablar más sobre Moby (no me da para tanto), para poner una de mis canciones preferidas que pertenece a este álbum That's when I reach for my revolver, un versión del tema de 1.981 del grupo Mission of Burma.
Pero volvamos a Play.
Lo dicho, tras el fracaso de Animal Rights, las compañías discográficas no quisieron ayudarle con la promoción y distribución de Play, su siguiente LP, en 1.999. ¿Y cual fue la estrategia comercial de Moby? Dar licencia gratuita de todas sus canciones para su uso comercial.
El resultado fue que poco a poco todas sus canciones aparecieron en diferentes películas, en multitud de anuncios y en numerosos capítulos de series de televisión. No necesito publicidad ni promoción, se la hicieron otros.
El resultado fue sorprendentemente bueno... pero un poco lento. Como ejemplo, decir que cuando el álbum fue editado en 29 de mayo de 1.999 solo se mantuvo 5 semanas en las listas de vendas de UK, alcanzando como mejor posición el número 33. El 15 de enero del 2.000 el disco volvió a entrar en las listas de ventas, en febrero alcanzó el número 1 y consiguió mantenerse 81 semanas consecutivas en las listas de ventas (que eso es más de un año y medio, que lo he mirado en Google).
Para finalizar, decir que para gente como yo, que no es que seamos muy fanáticos de este genero musical, este es un disco de fácil escuchar, y aunque hay temas que me repelen (como la antes mencionada Machete), lo cierto es que es un disco que me ha acompañado en cierta época de mi vida.
Bueno, hasta aquí un ha llegado este post sobre Moby, y todo ello sin poneros el vídeo del ya sobado hasta el asco Porcelain, que aunque es una gran canción, por favor: YA BASTA!!!