ALTA FIDELIDAD de Nick Hornby

Nunca podré agradecerselo bastante a quien me regaló  Alta Fidelidad de Nick Hornby (vosotros ya sabéis quien sois, un abrazo chicos). Porque si hay un libro con el que me reído a carcajadas, sabiendo que me reía de mi mismo al verme completamente identificado con el protagonista, sin duda es la novela de la que hablamos hoy. 

Además, esta novela viene al pelo para este blog, al ser el libro que mejor describe el gozo de escuchar música y todas las otras neuras que tenemos los aficionados a la música. Vamos, que si no empecé este blog con este libro es poque resultaba demasiado obvio, pero ya no puedo aguantar mas y lo paso a reseñar, que ya llevo casi un mes de blog (mucho mas de lo que esperaba aguantar, que uno es muy inconstante).

¿Quien no sería colega de Nick?

Centrémonos ya, que al final se me va el aliento en las introducciones. En esta novela asistimos a la vida cotidiana (o no) de Rob Fleming, un treintañero propietario de una tienda de discos. Y cuando digo discos me refiero a vinilos, nada de CD's, en un intento romántico y rebelde en el momento que los CD's aniquilaban a los vinilos (quien iba a decir que 15 años después el mercado del CD esta completamente muerto por culpa del MP3 y que muchas tiendas de discos sobreviven otra vez de las ventas de vinilos). Malviviendo con las cada vez mas escasas ventas, convive con sus dos empleados Barry y Dick, dos autenticos freaks, representando uno al fundamentalista de la música capaz de echar a un cliente de la tienda por pedir un disco de Michael Jackson  (cosa que yo haría obligatoria y además sancionaría con 50 latigazos en el Código Penal), y el otro al chico extremadamente sensible y tímido que vive recluido en la música. Personajes entrañables que además hacen que nuestro protagonista parezca mejor en comparación, que ya es decir.

Porque tela también el protagonista: treintañero que se niega a madurar (como todos, no?), ve el hecho que su novia lo deje como una liberación hasta que ella encuentra a otro (el muy detestable Ray), lo que hace que se ponga en contacto con sus antiguas novias y descubra que no guardan justamente un grato recuerdo de él. Y como para cualquiera de nosotros, que sus únicas aspiraciones es tener algo de pasta en el bolsillo, sesiones de sexo regular tres veces por semana y una mujer que nos quiera tal como somos, su pequeño mundo se puebla de inseguridades hasta presenciar unas escenas que de patéticas se convierten en humorísticas.

No sabeis lo que me costó
encontrar la portada de la
primera edición española

Hay aspectos muy memorables y que hacen que, por lo menos yo, me sienta muy reflejado con el protagonista: su táctica de grabar cintas especiales para regalar a la chica con la que quieres ligar (¿Y ahora como lo harán? "Te paso una lista de reproducción del i-pod por face-book. La he hecho pensando en ti". Ni siquiera se si eso se puede hacer.) Y las numerosas listas de "los 5 mejores....." que durante todo el libro elaboran entre Rob, Barry y Dick en la tienda de discos.

Como conclusión, os diré que si existe "literatura femenina", tipo El Diario de Bridget Jones, donde las mujeres se identifican y ven reflejados sus sentimientos, miedos y esperanzas, entonces Alta Fidelidad es la mejor literatura masculina. De lectura obligada para todos aquellos que aun recordamos lo que es un vinilo y lo que significaba ir recopilando uno tras otro aquellos tesoros, cuando la compra de uno de ellos era un momento especial.

Para terminar, os diré que hay una pelicula (que seguramente conoceréis) y hasta un musical que se estrenó en Broadway en el 2.006.

Y como pequeño homenaje, haré mi propia lista de los primeros cinco grupos o músicos que habría que matar a tiros cuando llegue la revolución musical:


- Simply Red
- Genesis (y a Phil Collins otra vez mas por su carrera en solitario)
- Pink Floyd
- Los que siguen vivos de Queen
- Algún grupo rompebragas de adolescentes (Take That, Backstreet Boys o el que ahora esté de moda) para que los demás tomen ejemplo.


A mis anticristos particulares, tipos como Alejandro Sanz, David Bisbal, Shakira o el cachas caribeño que este de moda (Ricky Martin, Chayanne o Baute) no les daría un final tan rápido y misericordioso. No se lo merecen con todo el daño que han hecho a este país.