Hay una gran frase que dice que si con diecisiete años no eres comunista, no tienes corazón, pero si a los 30 años continuas siendo comunista, entonces lo que no tienes es cerebro.
Sin entrar a los posibles matices que tiene esta frase, no es el sitio ni el lugar, yo tengo mis propias variaciones musicales sobre la misma. Una de ellas sería: si con quince años dices que tu grupo favorito es The Doors, es que sabes de música, pero si a los 30 años continuas diciendo que tu grupo favorito es The Doors, entonces es que no tienes idea de música. Otra variante de la frase es que si tu favorito es Alejandro Sanz, eres ................. (tantos insultos por escribir, tan poco espacio en la red para almacenarlos a todos), tengas la edad que tengas. Pero volvamos al tema de hoy, que es Jim Morrison y The Doors.
Corría el año 1.991 y aquí el menda con 15 años. Oliver Stone estrena la película The Doors, que por aquel entonces para mi no significaba nada mas. Solo era otra película mas sobre un grupo de música que desconocia. Pero mira tu por donde que hay un "revival" y el grupo de se vuelve a poner de moda, y eso que la película, visto ahora, tampoco es gran cosa. Se escuchaba Break On Through hasta en "Los 40 principales" (si, todos tenemos un pasado y yo también escuchaba los 40 principales" y además me gustaba Duncan Dhu ¿pasa algo?). Billy Idol, que sale en la peli, versiona L.A. Woman, y todo el mundo lleva camiseta de con motivos The Doors.
Así que empieza un neo-hippismo de los noventa (pensar que en esa época triunfaba además Sensación de Vivir o Beverly Hills 90210 para los que les moles VOS) que es como hippie pero a lo molón.
La melodías pegadizas ayudan, pero lo que realmente mola es Jim Morrison y todo lo que representa. ¿Quien no querría vivir en Venice Beach rodeado de tías buenas y sexualmente liberadas, abusando de las drogas y encima ser un ídolo de masas?(Yo aun quiero). También te creías lo de "vive deprisa y deja un bonito cadáver", y te parecía genial que hubiese muerto a los 27 años, como Janis Joplin, Jimmy Hendrix, Brian Jones o Kurt Cobain. ¡Que viejo me siento después de escribir esta frase!
Las legiones de imitadores de Jim Morrison (entre ellos yo, pero con escaso éxito sobretodo en lo practicar sexo con mujeres sexualmente liberadas), abundaban por entonces. Ir de Jim Morrison te permitía ir de místico, dejarte el pelo largo y que fumarte unos petas fuera parte de todo ello: no te endrogabas, solo tenías experiencias místicas (cualquier escusa es buena).
Tampoco os creáis que esto era generalizado. La mayoría de gente continuaba escuchando otras músicas (siendo muy amplio con el término música) como Chimo Bayo, Mecano, Roxette o Alejandro Sanz (si, es como Voldemort, nunca muere), pero los que queríamos ir de enrollados y el heavy, o mejor dicho los heavys nos daba miedo (pelos muy largos, tachuelas por todas partes, motivos satánicos, Scorpions, como para no tener miedo), era una salida perfecta para huir de la mediocridad.
Por suerte, en 1992 la moda fue Nirvana (ya se que Nevermind es de 1.991, pero el boom fue un poco mas adelante) y el Grunge. Como ya teníamos el pelo largo, solo nos hizo falta comprar la camisa de franela a cuadros y ya estábamos listos para adorar a nuestro mesías generacional: Kurt Cobain.
Lo malo (o lo bueno) de The Doors es que con el tiempo dejan de gustarte, el órgano que la primera vez que lo escuchas te parece genial, acaba por ser sumamente irritante (como Shakira, aunque esta es irritante desde la primera vez y luego aun mas). Las canciones que duran de 8 a 10 minutos pasan de ser geniales y místicas a ser un puro peñazo. La prueba la he sufrido en mis carnes, en las que buscando que vídeos añadir en el post, he sido incapaz de acabar de escuchar la mayoría de las canciones enteras. Al final he incluido estas dos, Love Street y Roadhouse Blues, que son de las pocas que aun soporto escuchar. A pesar de todo no reniego de ellos, que conste. Si no los hubiera conocido entonces, seguramente no hubiera conocido otros grupos mas tarde que realmente han marcado mis gustos musicales y a lo mejor ahora sería fan de David Bisbal, afiliado al Partido Popular o cualquier otra aberración.
Yo tenía esta |
Así que empieza un neo-hippismo de los noventa (pensar que en esa época triunfaba además Sensación de Vivir o Beverly Hills 90210 para los que les moles VOS) que es como hippie pero a lo molón.
La melodías pegadizas ayudan, pero lo que realmente mola es Jim Morrison y todo lo que representa. ¿Quien no querría vivir en Venice Beach rodeado de tías buenas y sexualmente liberadas, abusando de las drogas y encima ser un ídolo de masas?(Yo aun quiero). También te creías lo de "vive deprisa y deja un bonito cadáver", y te parecía genial que hubiese muerto a los 27 años, como Janis Joplin, Jimmy Hendrix, Brian Jones o Kurt Cobain. ¡Que viejo me siento después de escribir esta frase!
Las legiones de imitadores de Jim Morrison (entre ellos yo, pero con escaso éxito sobretodo en lo practicar sexo con mujeres sexualmente liberadas), abundaban por entonces. Ir de Jim Morrison te permitía ir de místico, dejarte el pelo largo y que fumarte unos petas fuera parte de todo ello: no te endrogabas, solo tenías experiencias místicas (cualquier escusa es buena).
Tampoco os creáis que esto era generalizado. La mayoría de gente continuaba escuchando otras músicas (siendo muy amplio con el término música) como Chimo Bayo, Mecano, Roxette o Alejandro Sanz (si, es como Voldemort, nunca muere), pero los que queríamos ir de enrollados y el heavy, o mejor dicho los heavys nos daba miedo (pelos muy largos, tachuelas por todas partes, motivos satánicos, Scorpions, como para no tener miedo), era una salida perfecta para huir de la mediocridad.
Por suerte, en 1992 la moda fue Nirvana (ya se que Nevermind es de 1.991, pero el boom fue un poco mas adelante) y el Grunge. Como ya teníamos el pelo largo, solo nos hizo falta comprar la camisa de franela a cuadros y ya estábamos listos para adorar a nuestro mesías generacional: Kurt Cobain.
Lo malo (o lo bueno) de The Doors es que con el tiempo dejan de gustarte, el órgano que la primera vez que lo escuchas te parece genial, acaba por ser sumamente irritante (como Shakira, aunque esta es irritante desde la primera vez y luego aun mas). Las canciones que duran de 8 a 10 minutos pasan de ser geniales y místicas a ser un puro peñazo. La prueba la he sufrido en mis carnes, en las que buscando que vídeos añadir en el post, he sido incapaz de acabar de escuchar la mayoría de las canciones enteras. Al final he incluido estas dos, Love Street y Roadhouse Blues, que son de las pocas que aun soporto escuchar. A pesar de todo no reniego de ellos, que conste. Si no los hubiera conocido entonces, seguramente no hubiera conocido otros grupos mas tarde que realmente han marcado mis gustos musicales y a lo mejor ahora sería fan de David Bisbal, afiliado al Partido Popular o cualquier otra aberración.
1 comentario:
a los 15, lo de practicar sexo con mujeres sexualmente liberadas, es como las siete virgenes que te esperan en el paraiso,
firmado: mahoma
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