Cuando se acaban las vacaciones y tu única conclusión positiva es que por lo menos vas a tener una conexión a internet mejor, sin duda tienes un problema. Y si cuando vas camino al trabajo, aun con las legañas en los ojos, suena en tu iPod Your lucky day in hell de Eels, seguramente te preguntarás si el muy cabrón te quiere joder el día y ya vamos de buena mañana con ironías y sarcasmos.
Pero si además, la siguiente canción en sonar te hace la pregunta a la que estás buscando respuesta desde que suena el maldito despertador... empiezas a sospechar que tu iPod es un retorcido sádico. No es coña, que es cierto que ha sonado Is this the life? de Cardiacs.
Y ahora tengo miedo ¿cual será la música que me espere cuando vuelva a casa? Mucho me temo que suene algo tipo Heaven Knows I'm a Misable Now de The Smiths y que me acabe de hundir en la miseria (que no la pongo, que si no me repetiría y tampoco es cuestión, que si no os creeréis que no conozco más canciones). Que digo yo que ya podría sonar algo que me hiciera descargar adrenalina y mala leche, como I'll stick around de Foo Fighters (ese "I don't owe you anything", tan apropiado para días como hoy ).
Pero estoy convencido que el mamoncete del cacharro no me dará ese placer, no. Que me hará como ayer, cuando me iba del pueblo de mis suegros. Que si no era suficiente la pena de dejar a mi parienta y los niños, justo después de despedirme de la señora, subo al coche y empieza a sonar We both down together de The Decemberists. Ahí, hurgando en la herida, que hasta se me caía la lagrimilla.
Claro, que además tiene vida propia y se niega a obedecer según que ordenes. Lo peor fue cuando se puso cabezón y a la altura de Zaragoza empezó a sonar In-a.gadda-da-vida de Iron Butterfly, versión larga, de más de 17 minutos y no hacía caso la tecla de avance. Como tampoco era cosa de jugarse la vida conduciendo para desconectar un ipod cabroncete, ahora ya puedo hacerme una camiseta donde ponga "Yo he sobrevivido a los solos de batería de In-a-gadda-da-vida". Después de criticar las canciones largas, esto es una venganza del karma (¿que será lo siguiente? ¿entradas gratis para un concierto de David Bisbal? ¿Alejandro Sanz se mudará a mi bloque y ensayará cada día? Bueno, esto último no, que ni el karma puede ser tan "joputa"). Y que conste que la canción de Iron Butterfly me gusta, pero ¡¡17 minutos!! ¿Era realmente necesario? Eso supera toda mi capacidad de concentración diaria (y más de la mitad de la semanal) Además, si cuando quieren bien que hacen la canción en poco más de 4 minutos (y os aseguro que no os perdéis nada importante de la versión larga).
El riesgo de canciones tan largas... bueno, los Simpson lo explican mejor que yo (y no voy a ser yo quien discuta las sagradas enseñanzas de Homer y Bart, amen.)
Claro, que ahora también es cierto que vosotros podríais decirme:
y es que se les coge cariño |
A lo que yo os respondería.
- Primero... sin faltar, que aquí nadie a insultado a nadie (sonido de grillos como recordatorio a todas las expresiones vejatorias lanzadas sobre quien ya sabéis) y segundo: y si no está el aleatorio, ¿donde está la emoción de sorprenderte con una canción? ¿ la incertidumbre de no saber que es lo que seguirá? ¿la decepción cuando suena la canción menos apropiada para el momento¿ ¿y esas prisas por pasar de una canción a otra hasta encontrar la que más se ajusta a tu estado de animo? ¿y el alegrón que te da cuando empiezan las notas de la canción en la que llevas todo el día pensando? Como lo será la próxima vez que suene Chicago de Sufjan Stevens, que hace ya un par de días que no me la saco de la cabeza.
Aunque claro, teniendo en cuenta que hoy he vuelto a trabajar, no es justo que mi mal humor lo pague mi iPod. Hubiere sonado lo que hubiere sonado, nada me podía arreglar el día.
5 comentarios:
Ese ipod, en el fondo no hace más que leer nuestros estados mentales, tanto uso, tan cerca de nuestro cerebro, no puede ser bueno!! Y de tanto en tanto, se toma la revancha, jejeje. Apuesto por el modo aleatorio, sí señor, y la ilusión que hace esperar a ver qué canción viene después!!
Muchos ánimos, yo me solidarizo contigo porque mañana me incorporo de nuevo y me da un palo volver a madrugar que no veas. Pero oye, la selección de canciones, buenísima, qué gran descubrimiento me hizo Johnny Dibud con Cardiacs, suenan de vicio!!
Y encima va y te recompensa con la grandísima Chicago, no tengo palabras para describir lo que hace sentir esa canción.
Un abrazo!!
Piensa que te podría haber sonado The Party's Over de Talk Talk, The Last Day of Summer de The Cure o Endless Vacation de Ramones en plan irónico.
A mí ayer me sonó Blue Monday y, aunque me flipé, efectivamente fue un lunes de mierda.
Atticus': en el fondo es un problema del que escucha, osea, yo mismo. Otro día ni hubiera echo maldito caso, pero vista la desgracia que se cernía sobre mi... pues eso, le sacas la punta o todo. Así que un iPod cabrón, pero con buen gusto, que conste.
Wellcome to the club... Será cuestión de jugar a la lotería... A ver si nos retiramos y nos dedicamos a blogosear como único esfuerzo intelectual!!
Y si, al Cesar lo que es del Cesar y Johnny Dibud con esta canción de Cardiacs y con I'm gonna knock you out de Peter Zaremba se ganó el cielo por descubrirme estas canciones.
Abrazos!!
Eufonia: Como leí en un cómic, hay días en que algo te quiere decir alguien... (no está mal escrito, la cita es así) y las señales parece que te persiguen.
Si me llega a salir Blue Monday, creo que tiro el iPod por la alcantarilla... y corro a comprarme otro con lagrimas en los ojos!!!
Saludos!!!
al fin me pongo al dia, pa que veas que tarde pero cumplidora
anonimous
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